Antonieta Contreras
Psicoterapeuta, AUTOR, supervisor, consultor, coach
PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL TRAUMA
El trauma no es solo lo que sucedió, sino lo que tu mente y tu cuerpo tuvieron que hacer para sobrevivir. Ya sea que surja de un solo evento que puso en peligro tu vida o de la acumulación de estrés tóxico por negligencia, abuso, abandono, opresión o una desconexión emocional prolongada, el trauma puede transformar profundamente nuestra forma de pensar, sentir y relacionarnos con el mundo.
El impacto del trauma es complejo y multifacético. Puede manifestarse como:
SÃntomas emocionales como ansiedad, miedo, rabia, culpa, entumecimiento o cambios de humor.
Dificultades cognitivas como confusión, falta de concentración o lapsus de memoria.
Experiencias somáticas que incluyen dolor crónico, fatiga, alteración del sueño o problemas digestivos.
Luchas relacionales: sentirse desconectado, excesivamente reactivo, evasivo o crónicamente aislado.
Alteraciones a nivel de identidad como vergüenza, despersonalización, desrealización o pérdida del yo.
El trauma no solo vive en la mente: se imprime en el cuerpo, reconfigura el sistema nervioso y se incrusta en nuestros patrones emocionales, sistemas de creencias y relaciones.
Por eso, la sanación requiere más que una simple comprensión. Requiere un enfoque integrador, basado en el trauma, que respete tanto tu biologÃa como tu historia.
Cómo trabajo
Mi enfoque para el tratamiento del trauma se basa en los últimos avances en neurociencia, la teorÃa del apego y la psicologÃa contemplativa. Combino modalidades basadas en la evidencia, como EMDR, Brainspotting, neurofeedback, Sistemas Familiares Internos, AEDP e intervenciones somáticas, con un profundo respeto por la capacidad humana de sanar y adaptarse.
Este trabajo aborda todas las capas del sistema traumatizado:
Regulación neurobiológica: calma el sistema nervioso hiperactivo y restablece la seguridad en el cuerpo.
Procesamiento emocional: le ayudamos a acceder, nombrar y transformar de forma segura emociones abrumadoras o bloqueadas.
Integración cognitiva: desenredar creencias distorsionadas, guiones de supervivencia y narrativas internas que ya no te sirven.
Reparación relacional: reconstruir la confianza, los lÃmites y un sentido saludable de conexión con uno mismo y con los demás.
Restauración de la identidad: reconectarse con un sentido de identidad coherente y arraigado, libre de las garras del miedo o la vergüenza.
La respuesta de cada persona al trauma es única, por lo que adapto cada plan de tratamiento a su historia, temperamento, objetivos y preparación. Ya sea que esté comenzando a explorar su trauma o que ya lleve años trabajando, comenzamos desde su punto de vista: con profundo respeto, curiosidad y atención.
El objetivo
Sanar del trauma no significa borrar el pasado. Significa recuperar tu presente. Significa aprender a sentirte seguro contigo mismo, a responder en lugar de reaccionar y a vivir con mayor claridad, calma y conexión.
